El sol nos afecta a todos, independientemente del tono de nuestra piel.
MANERAS SENCILLAS PARA PROTEGERTE Del SOL
Cada mes, tómate un momento para revisar tu piel, cambios inusuales, lunares, etc. Si no estás seguro de qué buscar o notas algo diferente, acude a un dermatólogo.
Encuentra un dermatólogo cerca de ti o acude a un examen de detección de piel local y programa un examen anual. Mantén una línea abierta con tu dermatólogo y doctor de cabecera en caso de notar algo inusual. ¡Cuanto antes lo detectes, mejor!
Hay muchas formas de protegerte, y una de ellas es usando un protector solar de amplio espectro como parte de tu rutina diaria de cuidado de la piel. Además del protector solar, la ropa como pantalones, camisas de manga larga, lentes de sol y sombreros también te ayudarán a proteger tu piel.
CONSEJOS PARA TRATAR LA PROTECCIÓN SOLAR
El sol es más fuerte entre las 10 a.m. y las 2 p.m., así que ten en cuenta cuánto tiempo pasas al aire libre durante esas horas. Y si en caso de estar expuesto al sol en ese horario, notas que tu sombra es más corta que tú, busca una más grande.
Las nubes bloquean solo algunos de los rayos UV, por lo que es indispensable usar protector solar sin importar lo que diga el pronóstico del tiempo.
El uso diario de protector solar puede prevenir afecciones de la piel, manchas y envejecimiento prematuro por exposición solar sin protección. Para una protección más efectiva, aplica el bloqueador solar FPS 30 o superior, treinta minutos antes de salir al aire libre y reaplica constantemente durante el día.
¿SABÍAS QUE...?
Los rayos UV pueden afectar a tu piel en solo 15 minutos si no está protegida del sol.
Tu piel puede mostrar los daños ocasionados por la exposición al sol hasta 12 horas después.
La alta exposición al sol sin protección, durante la niñez o la adolescencia, puede incrementar los riesgos de afecciones en la piel durante la adultez.